EL MEJORAR LA SITUACIÓN DE LOS POBRES INCLUYEN CAMBIOS RELIGIOSOS, SOCIALES Y ECONÓMICOS.
Nuestra sociedad ha tratado de despersonalizar la pobreza hablando en términos de programas, organizaciones y estructuras. Los políticos no pueden excluirse de involucrase en esta situación humana. No pueden argumentar que no es su culpa que estas personas sean pobres. Podríamos inclusive descubrir que viven en la pobreza debido a que muchos de nosotros vivimos con toda comodidad. La pobreza es una crisis humana. Y para quienes son bendecidos y privilegiados, ignorar a los pobres constituye una contradicción entre la confesión de fe y la conducta. No se puede tratar con indiferencia las desigualdades materiales y la manifestación de poder y privilegio que hiere a tantos y conduce al empobrecimiento de otros.“En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40).
