La isla de Ibiza, por su situación en el Mediterráneo, ha sido a lo largo de la historia un importante enclave comercial y militar.
Así, en 1554, el príncipe Felipe, futuro Felipe II, ordenó la construcción de esta nueva fortaleza. El proyecto original de Calvi fue revisado años más tarde por el ingeniero italiano Fratín y hasta el siglo XVIII permaneció sin cambios importantes.
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