El Zyklon B uno de los principales instrumentos de la "solución final" era la marca registrada de un pesticida a base de cianuro.
Era fabricado por la compañía IG Farben, que era la unión de la farmacéutica Bayer y otras 2 compañías alemanas.
Irónicamente, el Zyklon B fue desarrollado en la década de 1920 por Fritz Haber, un judío alemán que fue forzado a emigrar en 1934 y cuya extensa familia fue asesinada usando el gas que él ayudó a crear.
El Zyklon B se vertía en tuberías perforadas desde el tejado, reaccionaba con la humedad ambiental interna producida por las personas, y estas sufrían en primer lugar sofocación. Posteriormente perdían el control de los esfínteres por la anoxia. Como resultado de ello, las víctimas se orinaban y defecaban sin control, mientras que las mujeres en regla menstruaban desmesuradamente. Como el gas actúa inhibiendo el ciclo metabólico celular respiratorio, las víctimas perecían por asfixia mientras sufrían espasmos y convulsiones luego venía la inconsciencia, la muerte cerebral, el coma y la muerte, entre 20 y 25 minutos después de ingresadas las dosis de veneno.
Una vez muertos, la cámara era ventilada y los Sonderkommando (prisioneros empleados como mano de obra en trabajos forzados) entraban y lavaban los cuerpos con mangueras para retirar la sangre, orina y heces, y así facilitar la búsqueda de objetos valiosos en orificios corporales, antes de proceder a cremarlos.
Se usó como instrumentos de la "solución final" a través de un proceso de ensayo y error iniciado por varias iniciativas individuales. En enero o febrero de 1940, se utilizó sobre 250 niños gitanos de Brno en el campo de concentración de Buchenwald para probar el efecto del gas.
Irónicamente, el Zyklon B fue desarrollado en la década de 1920 por Fritz Haber, un judío alemán que fue forzado a emigrar en 1934 y cuya extensa familia fue asesinada usando el gas que él ayudó a crear.
Una vez muertos, la cámara era ventilada y los Sonderkommando (prisioneros empleados como mano de obra en trabajos forzados) entraban y lavaban los cuerpos con mangueras para retirar la sangre, orina y heces, y así facilitar la búsqueda de objetos valiosos en orificios corporales, antes de proceder a cremarlos.
El procedimiento podía eliminar en un día de 5000 a 10 000 reclusos. La frecuencia de uso dependía del abasto que diera el crematorio o serie de hornos de tipo fundición.
"Uragan D2″)