La palabra "socialismo" surgió a principios del siglo XIX en Europa para describir ideas que defendían la cooperación en lugar de la competencia individualista. En un principio, englobaba movimientos muy diversos, desde pensadores utópicos hasta el movimiento cooperativista.
Con el tiempo, la definición se polarizó. Karl Marx y Friedrich Engels, en el Manifiesto Comunista, utilizaron "socialismo" y "comunismo" de manera intercambiable para referirse a una sociedad sin clases que surgiría del derrocamiento del capitalismo. Sin embargo, más tarde, el término "socialismo" se asoció con una etapa intermedia hacia el comunismo, en la que el Estado controlaría los medios de producción.
Muchos partidos han adoptado la palabra "socialista" en su nombre, pero sus ideologías son radicalmente distintas. Esta paradoja es el resultado de la historia y las tácticas políticas:
- Partidos Comunistas: Aunque el comunismo de línea dura busca la abolición total del capitalismo a través de la revolución, algunos partidos comunistas se han denominado a sí mismos "socialistas" para enfatizar que su objetivo es crear una sociedad donde la propiedad sea colectiva y la producción esté orientada a satisfacer las necesidades de la gente, no para obtener beneficios. Por ejemplo, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), aunque era una dictadura de partido único.
- Partidos Socialdemócratas: Estos partidos también tienen "socialista" en su nombre (como el Partido Socialista Obrero Español, PSOE), pero su objetivo no es eliminar el capitalismo. En su lugar, buscan reformarlo a través de medios democráticos. Defienden un Estado de bienestar que ofrezca servicios públicos universales y una red de seguridad social, manteniendo una economía de mercado regulada. Su socialismo es más una aspiración de justicia social que un plan de abolición total del capitalismo.
- Fascismo: El ejemplo más notorio es el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (conocido como el partido nazi). Adolf Hitler utilizó la palabra "socialista" para atraer a la clase trabajadora que se sentía alienada por el capitalismo. Sin embargo, su ideología era opuesta al socialismo real, ya que no buscaba la propiedad colectiva de los medios de producción, sino un control estatal sobre la industria que seguía siendo propiedad privada. El nazismo era una ideología totalitaria basada en el nacionalismo extremo y el racismo, que perseguía brutalmente a los socialistas y comunistas. El uso de la palabra fue una mera táctica propagandística para atraer a las masas y desvirtuar a sus rivales políticos de izquierda.
- La Falange Española, especialmente en sus orígenes, se definió a sí misma como un movimiento "nacional-sindicalista", una ideología que mezclaba elementos de extrema derecha con un discurso social que, superficialmente, puede sonar similar al socialismo.


